Todos en algún momento hemos tenido puntos negros en la nariz, pero si estás en la adolescencia y por consiguiente también en plena pubertad, este problema puede ser más serio y molesto para ti que para otras personas; en algunos casos es hasta más incómodo que el acné como tal y aunque no lo creas esto equivale a una enfermedad de la piel, ya que dichos puntos se acumulan por bacterias y células muertas que hay en nuestros foros, los cuales se obstruyen. Lo importante es que hoy tenemos la solución para ti, una con la cual no tienes que gastar una gran cantidad en algún tratamiento dermatológico, sino que sólo necesitarás tres cosas sencillos:
* Una clara de huevo
* Pañuelos para limpiar el rostro
* Un hisopo
Cómo realizar el tratamientoAhora que ya conseguimos estos ingredientes que se pueden encontrar prácticamente en cualquier hogar, el siguiente paso es lavarte la cara con agua a temperatura ambiente, no tiene que estar demasiado fría y tampoco tibia.
A continuación, tienes que aplicar la clara de huevo sobre las zonas con puntos negros utilizando por supuesto el hisopo; esto también puedes hacerlo con las espinillas y barros convencionales.
El siguiente paso es poner una capa de papel para limpiar el rostro y sobre la misma, agregaremos más clara de huevo, para al final de todo, poner otra capa de papel sobre esta; en conclusión, serán dos capas de clara de huevo y dos de papel.
Deja secar todo el papel que te hayas colocado, hasta que sientes que la piel está tensa y entonces es que tendrás que retirar el papel y te darás cuenta que todas las imperfecciones quedan pegadas a la mascarilla y ya no están en tu rostro; todo esto gracias a la gran cantidad de proteínas y aminoácidos que el huevo nos ofrece. Si no te gusto esta forma de quitar los puntos negros también puedes mirar una forma que mas se adecue a ti en Internet y sitios de vídeos.
Recuerda que es lo más importante que estamos utilizando son agregarle cualquier otro ingrediente para que el olor sea menos fuerte y de hecho esta preocupación del olor ni siquiera tienen que existir, porque te darás cuenta cuando estés haciendo la mascarilla de que a medida que la clara se va secando y el papel la absorbe, el olor se vuelve prácticamente imperceptible y no te causará ninguna molestia.
En cuanto a la periodicidad del tratamiento no tienes que preocuparte, porque la clara de huevo es realmente muy buena para la salud, por consiguiente puedes hacerlo cuantas veces lo consideres necesario dependiendo de qué tan graso sea tu cutis y gracias a que los ingredientes no son para nada costosos, incluso podrías practicarlo a diario, siempre y cuando lo hagas al final del día para no correr el riesgo de olvidar lavar tu cara y andar por ahí con un pequeño olor a huevo de fondo.
Otro punto importante de mencionar es que no olvides utilizar un papel que tenga consistencia media, ya que el papel demasiado blando como el de baño podría no tener los resultados esperados al retirar perfecciones de tu rostro, así que prueba con una hoja de tus cuadernos o algo parecido.
