Tod Orr de 50 años, está vivo de milagro tras haber escapado de los salvajes mordiscos y rasguños que recibió de una osa grizzly que aparentemente sintió que sus crías estaban en peligro.
El hombre roció repelente de osos, pero no sirvió de mucho. Orr se lanzó bocabajo y puso sus brazos alrededor de su cuello para protegerse. La osa le hizo una cortadura profunda en el lado derecho de la cabeza, le mordió los brazos y lo aplastó por varios minutos antes de marcharse. Poco después, Orr se levantó y se fue a toda prisa del lugar, pero unos 10 minutos más tarde, volvió a divisar a la osa, la cual volvió a perseguirlo y atacarlo nuevamente.